¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertos cortes de cabello te quedan mejor? Lo mismo ocurre con las gafas o el maquillaje y la razón es muy sencilla: cada rostro es distinto y, de hecho, hay formas principales.
Al descubrir cuál es la tuya podrás averiguar también qué es lo que más te favorece. A continuación te damos algunos consejos de maquillaje para cada tipo de rostro.
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Es considerado por muchos como el tipo de rostro más equilibrado. La frente es un poco más ancha que la barbilla, y las mejillas son ligeramente prominentes.
En este caso, lo importante es ubicar el contorno bajo el pómulo, a los lados de la frente, en la barbilla y en la parte superior del rostro, asegurándose además de que las sombras sean luminosas para centrar la atención en esta parte.
Rihanna es un gran ejemplo de este tipo de rostro. La cantante y creadora de su propia marca de maquillaje sabe aprovechar muy bien sus facciones.
Este tipo de rostro tiene mejillas amplias, sin ángulos marcados, por lo que resulta importante marcarlos con contorno. Trata de bajarlo por la mejilla para obtener un mejor efecto, así:
La mandíbula es bastante marcada y el resto de facciones están dadas por líneas rectas. En este caso, puedes probar poniéndote iluminador en la frente, en el arco de cupido y en la barbilla, así como usar cortes en capas u ondas para suavizar la apariencia.
Este tipo de rostro es más largo que ancho y tiene una justa proporción entre la frente, las mejillas y la quijada. Recomendamos poner bastante rubor y usar aretes grandes para equilibrar las facciones.
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También conocido como el rostro en forma de corazón, se caracteriza porque la frente es ancha y la barbilla estrecha. Para estos casos, aplica más contorno o bronzer en la frente y no lo marques tanto en los pómulos.
Lo que más resalta de este tipo de rostro son los pómulos marcados, por lo que no es necesario que acentúes tanto el contorno. Más bien, enfócate en centrar el rubor acercándolo un poco a la nariz para dar ese aspecto de suavidad y calidez al resto de la cara.
Por último, esta es la forma opuesta al rostro de corazón. Al ser la mandíbula más ancha es recomendable disimularla con ayuda del contorno, así:
Por: Margarita Contreras D.
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